Armando Carlos García Abarca

Mi nombre es Armando Carlos García Abarca y gracias a su amable generosidad, durante el presente año escolar, estoy teniendo la oportunidad de ser beneficiario de una beca para estudiar la Maestría en Ciencias de las Plantas en la Universidad Hebrea de Jerusalem.

Desde pequeño, siempre he tenido gran interés por la agricultura. Al principio, tal vez, solo era una forma de querer imitar el quehacer de una de las personas que más quiero y respeto; mi abuelo paterno. Y no debo negar, que otros factores también contribuyeron a esta decisión, ya que nací en una pequeña ciudad llamada Izúcar de Matamoros en el estado de Puebla, cuya principal actividad comercial es la producción de caña de azúcar y otros productos básicos, pero sobre todo, crecí rodeado de experiencias agrícolas.

De manera personal, considero que es de suma importancia prepararme profesionalmente en el sector agroindustrial, ya que desde mi punto de vista, es una de las formas en que podemos generar un cambio radical en México. Es bien sabido que el campo mexicano cuenta con grandes deficiencias, así como que nuestro país, atraviesa por crecientes problemas sociales. Sin embargo, creo que una de la soluciones para estos problemas, es desarrollar una agricultura inteligente, sustentable e inclusiva. En México, contamos con un clima envidiable, con innumerables recursos genéticos vegetales, con fuerza de trabajo joven, con mercados ávidos de nuestros productos y con otros potenciales pero; carecemos de tecnología y medios que pudieran hacer de la agricultura mexicana un gran potencial económico nacional.

Para mí, tener la oportunidad de estudiar y aprender en un país que ha sobresalido en el sector agroindustrial como Israel, es uno de las oportunidades más relevantes en mi vida. Sumado a esto, tener la oportunidad de estudiar en una de las mejores Universidades a nivel Internacional, como es la Universidad Hebrea de Jerusalem y poder recibir clases de profesores cuya experiencia y conocimiento es admirable, me llena de una satisfacción
muy grande. Espero que, en un futuro no muy lejano, pueda aplicar este conocimiento en México y tal vez, poder contribuir para cambiar un poco, la situación en que nos encontramos.

Por último, sólo me queda agradecerles infinitamente por la oportunidad que me brindaron a mí y a muchos otros jóvenes mexicanos para poder continuar con nuestros estudios en una de las Universidades con mayor reconocimiento a nivel mundial en el sector agronómico. Así mismo, quiero agradecerles y felicitarles por ser un ejemplo digno a replicar, ya que Ustedes no solo confían en jóvenes mexicanos, sino que también nos brindan las herramientas que nos permitirán forjarnos, formarnos e impulsarnos, en un sector que es esencial en nuestro país.